En honor a la familia, las infancias Personitas pudieron gozar, una vez más, de las posibilidades de su cuerpo y todo el potencial de desarrollo (cognitovo, emocional, motor) que ofrecen las danzas en la primera infancia. Más allá de los resultados, abrimos el escenario para que cada niño y cada niña de la institución, pueda encontrarse con el público y reconocer el valor de su proceso, del trabajo en equipo, de la pertenencia a una comunidad y de sus inagotables posibilidades de compartir su experiencia.